Vieja táctica no cambia su esencia 112 años después

Por Gilberto San Juan Serantes

 

No quiero ir más lejos en el tiempo, solo quiero ilustrar con algunos ejemplos una vieja táctica empleada por  los gobernantes norteamericanos con vigencia actual, que no cambia su esencia, solo cambia el contexto histórico de su aplicación.

Cargada de ese espíritu guerrerista las diferentes administraciones norteamericanas históricamente se han sentido como potencia hegemónica del resto del mundo, su política intervencionista en los asuntos internos de otros países es una muestra de ello.

La acusación de Corea del Norte por el hundimiento del “Cheonan”, me recuerda una historia muy parecida que tuvo como preludio el hundimiento del acorazado “Maine” el 15 de febrero de 1898, tomado como pretexto para la intervención yanqui materializada el 21 de abril de 1898 en la contienda  de los cubanos contra el dominio colonial español.

Se conoce que España fue acusada por la voladura de este buque de guerra por el empleo de una mina o torpedo español, pero la realidad era otra. Su presencia en puerto habanero formaba parte de un vasto plan guerrerista fraguado por el imperio en aquel entonces. Su objetivo no podía ser más claro: apoderarse de Cuba.

Hoy en el banquillo de los acusados aparece Corea del Norte, acusada de un crimen que no cometió, sin embargo se sabe que fue hundido por una mina que los servicios de inteligencia yanqui colocaron en el casco de esa nave. Como se puede observar se repite la historia, solo cambian la víctima.

La realidad es muy cambiante y por supuesto Corea del Norte no es el único objetivo del imperio en sus aires de guerra. Esto lo dejó bien claro en compañero Fidel Castro en su reflexión: “Como me gustaría estar equivocado”, cuando precisa:”…Creía por mi parte inicialmente, al analizar la actual situación, que la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos le impondría a Irán.

Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato a la de Corea.”

En los próximos días pudiera ver un desenlace fatal con repercusión planetaria, pero queda claro que los objetivos de la política de un poderoso imperio en este mundo unipolar no cambia ni su esencia ni su vieja táctica 112 años después:”Crear pretextos para justificar agresiones con el apoyo de la opinión pública internacional”. Sin dudas se vive un futuro incierto.