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De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento

De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento

HACE HOY 120 años que José Martí —consagrado a la épica independentista y enfrentando numerosas vicisitudes— fundara el periódico Patria.

De su contenido, en esas propias páginas, escribió: Lo que el enemigo ha de oír, no es más que la propia voz de ataque¼ Eso es Patria en la prensa. Es un soldado.

En ese primer número de la publicación aparecían las Bases del Partido Revolucionario Cubano. Partido y Publicación surgían así casi al unísono, en simbiosis de la idea y la obra con su expresión.

En manos de Martí y sus más cercanos colaboradores, Patria fue un instrumento político de singular eficacia. No hubo problema de importancia que no fuese enfocado: los internos y los externos. En Patria se golpeó sólidamente las falsas alternativas del autonomismo y del anexionismo; denunció la expansión imperialista de Estados Unidos; exaltó la necesaria solidaridad latinoamericana; combatió las secuelas de la esclavitud, los prejuicios y la discriminación al cubano negro; defendió la capacidad del cubano en todos los órdenes de la vida social para gobernarse a sí mismo, poniendo fin a la oprobiosa condición colonial de cuatro siglos; fundamentó la necesidad de la lucha armada para alcanzar la independencia; fue un propugnador de la unidad nacional en un partido político moderno-revolucionario.

Con toda legitimidad los periodistas decidimos establecer, en ocasión del Centenario de Patria, el 14 de marzo como Día de la Prensa Cubana, en reconocimiento a la génesis y legado de esta efeméride cimera. Sentimos en toda la grandeza de Martí el reclamo de ser soldados, junto a ese soldado de las ideas, que es Fidel. Soldados del Apóstol, de Fidel y del pueblo cubano.

José Martí nos transmitió esencias profesionales de una profundidad y vigencia extraordinarias: Tiene la prensa periódica altísimas misiones: es la una, explicar en la paz, y en la lucha fortalecer y aconsejar; es la otra, hacer estudio de las graves necesidades del país, fundar sus mejoras y facilitar la obra de la administración que la rige.

Y sobre el objeto de la prensa fue ilustrador: No es el oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o de adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir; tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de adhesión tal vez extemporánea; tócale proponer soluciones, madurarlas, hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarlas según ella; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre.

En el artículo Sobre periodismo, publicado en Patria en 1892, Martí define la misión del periodista de la siguiente manera: que no haya una manifestación de la vida, cuyos diarios accidentes no sorprendan al diarista: eso es hacer un buen diario. Decir lo que a todos conviene y no dejar de decir nada que a alguien pueda convenir¼

Y junto a ello dos recomendaciones; El periodista ha de saber, desde la nube hasta el microbio, y Hay tanto que decir, que ha de decirse en el menor número de palabras posibles: eso sí, que cada palabra lleve ala y color.

El 10 de abril de 1895, ya en Cabo Haitiano, a punto de embarcar con Máximo Gómez y otros compañeros hacia Cuba, redactó una misiva donde, en su papel de editor orientaba: ¼ De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento. Por eso, Patria ha de ser ahora un periódico especialmente alto y hermoso.

Y al recibir ese heraldo como herencia, tenemos en esa convocatoria el reto, el compromiso y el deber todos los periodistas cubanos.

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