Fidel, fidelidad para Cuba y el mundo

Ese emblema de la Isla, Cuba qué linda es Cuba, otro de los símbolos de identidad de la tierra de José Martí, culminó la Serenata de la fidelidad, que por el cumpleaños 85 de Fidel se realizó en el teatro Karl Marx, en La Habana.
El líder histórico de la Revolución Cubana es otro signo distintivo de la nación y como tal se identificó en ese gran coro de todo el elenco de la velada, acompañado por Cándido Fabré y su banda. Fue un abrazo de generaciones de creadores, en celebración por un hombre, que resume en su vida, pensamiento y acción, lo más noble y esperanzador de la humanidad. Fabré puso ardiente el ambiente con El bárbaro sigue en pie, en la cual asumió el sentir de los buenos cubanos y los dignos ciudadanos del mundo hacia el eterno Comandante y la continuidad de su obra. Igualmente dedicó al presidente Hugo chávez, una canción y continuó con “A la hora que me llamen voy y el estribillo yo me quedo con Fidel Momentos de lujo brillaron cuando Omara Portuondo, la Diva del Buena Vista Social Club, interpretó Quiéreme mucho, acompañada al piano por Rolando Luna, una emotiva La Era -a capella- y Veinte años, entregado a corazón pleno, con el gran Frank Fernández al teclado. Clásicas piezas del cancionero iberoamericano, como Hasta siempre, de Carlos Puebla, A desalambrar, del uruguayo Daniel Viglietti, o del más puro folclor como la venezolana Alma llanera, de Simón Díaz, sonaron con similar brío junto a las creaciones de los novísimos, por vía del rap, el hip hop o el más joven relevo de la canción pensante. La iniciativa de la Fundación Guayasamín estuvo representada por casi toda la familia cercana al Pintor de Iberoamérica y con la presencia de José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, asaltantes al cuartel Mocada, expedicionarios del yate Granma, familiares de Ernesto Che Guevara y los cinco luchadores antiterroristas cubanos prisioneros del imperio, entre otras personalidades. Otras especiales entregas resultaron las de Frank Fernández y su Zapateo por derecho, con cada nota dedicada como estrellas de energía positiva a la salud de Fidel y acalladas, justo, a media noche, cuando comenzó el 13 de agosto, día del cumpleaños de la esperanza. Entonces, en video, la entrañable imagen se nos regaló a todos, en múltiples ámbitos, como nos ha sido tan habitual a los cubanos, con Canción homenaje a Fidel, de Manuel Argudín, de fondo, Rubén Revé Planes declamó el poema Regresaré, de Antonio Guerrero, y el Team Cuba de la Rumba puso de pie a los presentes con sus Felicidades. De casi todas las latitudes de “Nuestra América”, la de José Martí, y hasta de la lejana Europa, acudieron los cantores a rendir tributo de admiración, cariño y respeto a quien considera como patria la humanidad y a ella dedica sus más agudas y profundas reflexiones, con la esperanza de poner algo de luz al oscuro momento que vive la especie humana. Serenata de la fidelidad resultó un canto de futuro, un himno por un mundo mejor y posible, un tributo al alma y fundador de la Revolución Cubana, a la utopía de la justicia social para todos, a la equidad de derechos y oportunidades para el hombre como especie y para el planeta Tierra. |
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