Esfuerzo coronado con victoria

Este no fue un martes común en Ciego de Ávila. Con el amanecer miles de avileños desandaron las calles de su ciudad para rendir tributo a la joven generación de cubanos que asaltara los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953.

Quienes asistieron al emotivo acto en recordación a la efeméride se estremecieron ante el recuerdo de aquellos mozos que revivieron al apóstol de la patria cubana, José Martí Pérez, en el año de su centenario.

Un río de pueblo vio renacer de entre la multitud a Abel Santamaría Cuadrado, Boris Luis Santa Coloma, Mario Muñoz Monrroy, Renato Guitart Rosselt, Raúl Gómez García, José Luis Tassende, y otros tantos jóvenes caídos en cumplimiento del deber.

Para los avileños las últimas jornadas de labor estuvieron marcadas por un intenso quehacer en la terminación de obras de carácter social, cultural y económico; así como en la limpieza y el embellecimiento de ciudades y poblados.

Por tercera vez en la historia de Ciego de Ávila se refirma que en el esfuerzo y la dedicación descansa indudablemente la victoria; la cual constituye el tributo eterno a la joven generación del centenario, la principal inspiradora del primero de enero de 1959.