Memorias por la unidad de un pueblo

Este domingo el despertar en Ciego de Ávila fue diferente, un inmenso hormiguero de pueblo salió a la calles apenas despuntó el amanecer, se apreciaba el regocijo por la celebración del Primero de Mayo.


Cientos de cantos, pancartas y banderas alegóricas al Día del Proletariado mundial, emergieron de entre las tiernas manos de un niño, las sensibles manos de una mujer y las callosas y rudas manos de un obrero.

Florecieron asimismo, las imágenes de quienes plantan la semilla de la esperanza y forjan la existencia de una Cuba donde no tienen cabida el miedo y el servilismo.

Unidad, Productividad y eficiencia, trascendería en la mente de todo un pueblo que hiciera votos por la salud de su Revolución, esa que se perfecciona cada día en bien de todos los cubanos.