Crece presencia de industria avileña en el mercado cubano

La elaboración para toda Cuba de más de un millón 600 mil barras de guayaba en la provincia de Ciego de Ávila, desde el año anterior hasta la fecha, corrobora el desarrollo de las pequeñas industrias locales.


Solo medio centenar de trabajadores en el pueblo de Ceballos son los encargados de fabricar el alimento -casi el doble de lo previsto para el período- en surtidos con unidades de 460 gramos.

El centro se creó para aprovechar el fruto al máximo y contribuir, además, a diversificar los cultivos, dijo Amado Alegría Fernández, responsable del establecimiento, anexo a la empresa provincial de cítricos.

Nelson Paz, director de la entidad citricultora, indicó que la calidad de la pasta generó demanda en otros territorios, por lo cual hubo que aumentar su fabricación a ocho mil porciones por jornada, que son suministradas al turismo y los mercados municipales.

Mediante la combinación de la guayaba pintona y madura, ellos lograron solidificar la mermelada sin necesidad de comprar pectina en el exterior, lo que significa economizar divisas y ofertar un gustado alimento.

La pectina es una sustancia natural de consistencia gomosa que se encuentra en las células de las frutas y algunas verduras, fundamentalmente en la manzana y la naranja, de donde se extrae para utilizarla comercialmente, pero es costosa en el extranjero.

El auge de la modesta mini-industria de Ceballos obedece al ascenso de la superficie frutícola en el territorio, que asciende a más de mil 500 hectáreas entre ese fruto, piña, mango, coco y fruta bomba, expresó Yoel Álvarez Mejías, experto en Agricultura.

La fábrica de Ceballos está rodeada de los plantíos de la empresa de cítricos y de dos cooperativas de campesinos que se especializan en ese cultivo.

En los 10 municipios de la provincia existen pequeñas plantas elaboradoras de jugos, mermeladas, jaleas, sazonadores y hortalizas encurtidas.